Objetivos:
Muestra la dinámica del movimiento que genera vida, a través del estudio de las relaciones entre los elementos que nos componen en un espacio que compartimos como la facultad.
Quizá así podamos diagnosticar fustraciones y necesidades enlazando la mirada, la boca, los buenos dias, la política, el oido, los sabores y tantas otras partes del todo que nos conforma.
Valorando la oportunidad de conciencia y reflexión se da cabida a una posible transformación de la dinámica de la facultad. Conexiones que se crean haciendo, estando, siendo y no tanto teniendo, que es la problemática más visible del lugar, la falta de recursos.
Mantengo la ilusión de que esta estrategia de desarrollo sea capaz de estimular la generación de satisfactores sinérgicos, es decir de nosotros, y todo ese sistema de cosmos, que alimentamos enérgicamente en este espacio.
Pautas a seguir:
_El mapeado resultante del plano es un elemento dinámico, sin contornos.
_Democrácia de lecturas e interpretaciones.
_Completa libertad de representación del recorrido en el plano.
_Apertura de la percepción del lenguaje de símbolos.
Ubicación del proyecto:
Facultad de Bellas artes. Ofra, Santa Cruz, Tenerife:
[…]Ya no se trata de relacionar las necesidades solamente con los bienes y servicios que presuntamente las satisfacen, sino de relacionarlas además con prácticas sociales, tipos de organización y valores que repercuten sobre la forma en que se expresan las necesidades.
Bastará tan solo con detectar de qué modo los satisfactores y bienes disponibles o dominantes limitan, condicionan, desvirtúan (o, por el contrario, estimulan) nuestras posibilidades de vivir las necesidades humanas.
Podemos, sobre esa base, pensar las formas viables de recrear y reorganizar los satisfactores y bienes de manera que enriquezcan nuestras posibilidades y reduzcan nuestras fustraciones. […]
En algunos de los sectores marginados por la crisis, y en grupos contestatarios a los estilos de desarrollo dominantes, surgen procesos contrahegemónicos en que satisfactores y bienes económicos vuelven a subordinarse a la actualización de las necesidades humanas. En estos sectores es donde podemos encontrar ejemplos de comportamientos sinérgicos que, de alguna manera, aportan un germen de posible respuesta a la crisis que nos apabulla.
Max-Neef, 2003.
